Sí, lo perros pueden comer jícama, por lo que a continuación conocerás todos los beneficios y las posibles desventajas de incluir la jícama en su dieta. La jícama es una sabrosa hortaliza de raíz con muchos beneficios para la salud, pero su consumo ¿podría ser seguro para los perros?
La jícama es segura para los perros siempre y cuando le quitemos, primero, toda la cáscara. La jícama es la parte comestible de la planta. Todo lo demás puede ser dañino para tu mascota. Esto incluye el tallo, las hojas y las semillas, así como las vainas. En este artículo te hablaremos de los beneficios y riesgos para la salud tras consumir este alimento.
Lo primero que debes saber es que la jícama no debe considerarse un alimento habitual para los perros ni tampoco debe ser un sustituto de la carne. La jícama tiene beneficios nutricionales, pero es mejor utilizarla en pequeñas cantidades y sólo ocasionalmente. Asimismo, cualquier dieta nueva debe darse en pequeñas cantidades primero y nunca debe ser condimentada cuando se sirve a los perros. La preparación más habitual de este tubérculo es cortar en trozos pequeños. Unas pocas barritas al día para tu mascota será un buen comienzo. Le encantará su consistencia crujiente y su sabor semidulce.
La rotenona es una toxina que se encuentra en casi todas las partes de la planta de la jícama. Esta toxina impide que los insectos se coman la planta. La buena noticia es que la jícama (sin la piel o la corteza) no contiene esta toxina. Así que el bulbo de la jícama es una verdura segura para alimentar a tu perro y, de hecho, es una gran fuente de prebióticos (promueve las bacterias buenas de los intestinos, tanto en los seres humanos como en los perros).
Resulta fácil poder deducir que todos los beneficios de la jícama para la salud en los seres humanos se aplican también a los perros. La jícama está llena de fibra prebiótica, como ya hemos comentado. Sólo una taza contiene más de 6 g de fibra.La fibra prebiótica es lo que alimenta a las bacterias saludables en el intestino conocidas como probióticos. También es una gran fuente de vitamina C, un antioxidante natural. Otros antioxidantes presentes en la jícama son el selenio, el betacaroteno y la vitamina E. Por ejemplo, por cada 100 gramos se encuentran los siguientes nutrientes:
A continuación te enumeramos algunos bondades tras el consumo de jícama que mejorarán el bienestar de tu perro:
Básicamente los perros pueden comer jícama de la misma forma que las personas lo hacen. Esto quiere decir que se come normalmente cruda, aunque como ya hemos mencionado antes, nunca le añadas ningún tipo de condimento (chile piquín, sal, pimentón, etcétera). Así que te sugerimos, primero, que le quites muy bien la corteza al tubérculo, y una vez hecho esto, lo laves y desinfectes muy bien. En seguida corta pequeños trozos y dale a tu perro pequeños bocados sin exagerar en el consumo. Verás que lo disfrutará mucho y lo refrescará en esta época de calor.
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